El rincón azul, segunda parte.


Ayer no tuve tiempo suficiente para seguir explicando “el rincón azul”.
Los bajos de una casa en el pueblo, convertidos casi en “guarda muebles”. Como os decía, lo primero fue despejar y ordenar.
Es un paso imprescindible para visualizar que podemos hacer en una estancia. Aunque siempre es mejor si está vacía.
En este caso, si nos lanzamos a seguir una moda: el palet de madera.
Recuerda lo que siempre repito: No nos dejemos engañar, también en este mundillo del interiorismo hay modas, y modas muy pasajeras!.

Pero en un porche, una terraza, o en los bajos de una casa, siempre que nuestro presupuesto sea mínimo, nos podemos permitir tranquilamente seguir una moda. Y la verdad es que los muebles hecho con palets suelen dar un toque de personalidad muy sugerente.

En nuestro caso, había que cubrir unas tuberías y un filtro.
Quitando la parte trasera de un viejo mueble barato, pintándolo de blando y colgándolo de la pared, disimulamos las instalaciones. Encima la vieja jaula del loro, re-pintanda en blanco y azul, un cesto de mimbre.

Después a por el sofá. Manos a la obra: 9 paletas de madera, pintadas con laca mate en blanco y dos colchones de lana.




En el centro una caja de madera pintada, rellenada con cantos de rio. Sólo tuvimos que comprar la pintura y el pequeño cristal de la mesa.

Así nos ha quedado el rincón azul de El Balancín Verde. Os gusta?




Separamos la estancia donde se guardan las mangueras y utensilios de jardín con una cortina de red. Añadimos dos viejos sillones de mimbre pintados de blanco. Ahora sólo nos quedará forrar sus cojines en azul o color arena. Esos almohadones de cebra no pegan ni con cola!. Pero eso ya será otro día.